Pintar una pared a rayas: cómo hacerlo

Las estancias pequeñas o con poca altura son mucho más comunes de lo que parecen. Y, aunque ya te enseñamos cómo decorar un salón pequeño, hoy queremos traerte otra solución más: pintar las paredes a rayas. Es una alternativa muy atrevida pero, si la combinamos con una decoración adecuada, puede ser el punto especial de la estancia. Aprender cómo pintar una pared a rayas es mucho más sencillo de lo que parece.

¿Te animas? ¡Te contamos cómo hacerlo en unos sencillos pasos!

Escoge la dirección, el grosor y el color de las líneas

Es muy importante que, antes de ponerte manos a la obra, sepas qué es lo que buscas. ¿Qué quiero conseguir al pintar la pared a rayas? ¿De qué colores quiero pintar? ¿Qué estilos me gustan? Si no lo tienes muy claro, puedes recurrir a fotos de inspiración para conseguir ideas. ¡Verás cómo las opciones son infinitas!

Dependiendo de qué sensación quieras dar al pintar la pared a rayas, hay algunas recomendaciones. Por ejemplo, si quieres que una estancia parezca más alta, es mejor pintar rayas verticales. Si, por el contrario, lo que buscas es que la habitación parezca más larga, te aconsejamos que recurras a las rayas horizontales.

Algo parecido pasa con el grosor. Podemos conseguir darle a la sala un toque más divertido y original si mezclamos líneas más finas y más anchas. Pero si queremos una imagen más clásica y que, visualmente, de sensación de orden, es mejor apostar por la simetría.

Para escoger bien los colores también es muy importante saber qué buscamos. Con blancos, negros y grises sólidos el ambiente parecerá moderno, mientras que con los amarillos, rosas o verdes será más divertido. Si eres más de tonos neutros, inclínate hacia los blancos o los beige. No te arrepentirás.

Recuerda que todo lo que te acabamos de dar son consejos y no tienes por qué cumplirlos al pie de la letra. ¡La última palabra la tienes tú!

Hazte con los materiales

Una vez que tienes la idea clara, es hora de conseguir los materiales. Vete a tu tienda de bricolaje más cercana y hazte con todo lo que necesitas:

  • Rodillos
  • Pintura
  • Cinta de pintor (o de carrocero)
  • Papel para cubrir el suelo
  • Plásticos para los muebles
  • Metro
  • Nivel
  • Lápiz

¿Listo para saber (de verdad) cómo pintar una pared a rayas? ¡Manos a la obra!

Precinta todos los muebles y el suelo

Es muy importante que protejas las cosas. Nuestra recomendación es que, con plásticos, forres el suelo y todos los muebles de la habitación. Asegúrate de que están bien protegidos y de que no les puede caer ni una gota de pintura: Así evitarás disgustos.

Pinta del color base

Una vez que todos los muebles están protegidos es hora de empuñar brocha y rodillo y ponerse a pintar. Empieza primero con el tono base. Es decir, el que va a tener mayor presencia en la pared. Por ejemplo, si vas a hacer una pared blanca con líneas beige, pondremos primero el blanco.

Da una primera mano de pintura y asegúrate de que tiene la opacidad que buscas. Si no estás satisfecho, espera hasta que seque y da una segunda capa. Es importante que entre capa y capa y, sobre todo, al cambiar de color, esperemos, al menos 24 horas. Así nos aseguraremos de que la pared se ha secado al completo y evitaremos que los tonos se mezclen.

Marca, mide y forra con cinta las líneas

¿Ya tienes completamente seca la pared? Entonces ha llegado la hora de marcar las líneas.

Con un lápiz y un metro ve trazando las líneas del grosor que busques. Ayúdate también con un nivel tradicional o un nivel láser para asegurarte de que están rectas. Cuando hayas hecho las correcciones necesarias, pon la cinta justo al ras de las líneas. Así conseguirás delimitar el tono base con las zonas donde vas a pintar de otro color.

Para esto, lo más recomendable es que utilices cinta de pintor, pero la cinta de carrocero también te servirá. La diferencia entre ambas es que la primera está pensada explícitamente para estas tareas, ya que su adhesivo no deja residuo en las paredes y tampoco las daña.

Pinta del segundo tono y deja secar al 100%

El último paso para terminar este proceso es pintar las zonas que nos han quedado dentro de la cinta de pintor. Eso sí, ¡importante! Escurre muy bien el rodillo para que la pintura no chorree y manche la parte que ya está seca.

Da una capa fina del color. Si, cuando seca un poco, te gusta la opacidad, retira la cinta. Esto es primordial si quieres que la línea quede totalmente limpia, ya que, si lo dejas secar del todo, puede que al quitar la cinta te lleves algunos trozos de pintura.

Conclusión después de aprender cómo pintar la pared a rayas

Ahora que ya has aprendido cómo pintar a rayas una pared, podrás darle más amplitud visual a todas las estancias que tú quieras. Recuerda acompañarlo con una decoración adecuada para cada espacio y ¡listo!

¿Te has animado a hacerlo? Cuéntanos en comentarios los trucos para pintar rayas en la pared que hayas descubierto y que te hayan servido de ayuda.

¡Hasta pronto!

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